En esta ponencia quiero presentar las experiencias que he tenido con varios pacientes que han sufrido algún tipo de cirugía de nariz y que han venido a mi consulta para recuperarse más rápidamente de la inflamación, los hematomas y molestias respiratorias que ocasiona. En todos los casos he utilizado principalmente reflexoterapia podal y en alguno también he añadido el drenaje linfático facial no sólo desde el pie sino directamente en la cara. Los resultados con la reflexoterapia podal han sido muy buenos, sobre todo al principio cuando algunos médicos descartan la actuación directa sobre la zona operada con el drenaje linfático ya que según el médico que toque puede ser partidario o no del mismo. Ya en el año 2007 observé los resultados que puede llegar a tener la reflexoterapia en estos casos pues el primer paciente que tuve fue mi marido. Después de ser operado con Laser de desviación del tabique nasal, a las dos horas le mandaron a casa, no fue ingresado. Por la noche la nariz comenzó a sangrarle abundantemente y no había manera de que la hemorragia cesara. Decidí intentarlo con los puntos que conocía de nariz en el pie, y allí donde encontré dolor estuve presionando muy fuerte durante unos cinco minutos. De repente la nariz dejó de sangrar y ya no volvió a hacerlo en toda la noche así que nos ahorramos acudir a urgencias. Los casos que he tratado han sido de diferentes tipos de cirugía. El primero fue a una clienta de 43 años a la que operaron para corregir el caballete y reconstruir el tabique nasal derecho ya que lo tenía obstruido por una formación osteocartilaginosa. Le practicaron una cirugía abierta mediante incisión columelar en V invertida y le hicieron autoinjertos para recolocar las cúpulas de la nariz, ya que tenía muy estrechos los agujeros nasales. Cuando me llegó a tratamiento hacía una semana que la habían intervenido, aunque parte de la inflamación había remitido todavía no podía respirar por la nariz lo que le producía mucho malestar e incluso ansiedad. La traté con drenaje linfático, pero como no conseguía que terminara de despejar la nariz le sugerí tratarle también con los puntos reflejos del pie. Fue espectacular, cuando llevaba un rato trabajando en las zonas reflejas de la nariz me dijo que sentía cómo se abría el tabique, se despejaba la nariz y por fin, después de mucho tiempo podía respirar por ella. Aunque después tuvo un rechazo del injerto que le habían introducido para levantar las aletas de la nariz y le tuvieron que intervenir de nuevo, tras la segunda operación volvió a terapia hasta que se recuperó totalmente. Otro de los tratamientos que hice fue en las navidades pasadas, a una clienta de veinticinco años. Le habían operado de la nariz con cirugía endoscópica, le habían cortado parte del hueso y de la mucosa de ambos cornetes, le habían practicado una septoplastia y una rinoplastia con corrección del caballete y de las asimetrías del dorso de la nariz. La cirugía había sido el 22 de diciembre y le quitaban la escayola de la cara el 30 por la mañana, quería que esa misma tarde comenzáramos el tratamiento de drenaje linfático facial, le dije que antes le consultara a su médico si lo consideraba oportuno. El día treinta después de salir de consulta me llamó muy preocupada porque el médico le había dicho que no le tocara nadie la cara, pero ella se encontraba muy agobiada por la inflamación que tenía que no le permitía respirar y por las molestias. Le dije que no le haría nada más que reflexoterapia podal hasta que su médico no se lo autorizara. Ya en el primer tratamiento conseguimos despejar la nariz para que pudiera respirar y comenzar a desinflamar toda la zona. Había llegado a cirugía no porque quisiera corregir su caballete sino porque llevaba desde que podía recordar sin respirar por la nariz debido a una rinosinusitis crónica con hipertrofia de los cornetes. Durante la hora que estuve tratándola incidí mucho en todas las zonas reflejas de nariz, sinusitis, las linfáticas asociadas al sistema respiratorio, las nerviosas y la articulación témporo-mandibular. Durante el tratamiento me comentaba que sentía muchas corrientes eléctricas en las aletas de la nariz y cómo se iba desinflamando poco a poco. El último caso que he tenido ha sido esta primavera, esta vez era diferente, pues la clienta de 42 años vino porque hacía cuatro años la trataron con un gel de un polímero para hacerle una rinorremodelación, pero algo falló porque el gel en lugar de quedarse en la zona de caballete comenzó a desplazarse hacia las aletas de la nariz. La tuvieron que intervenir y drenárselo pero le dejaron una cicatriz. En febrero había ido a un médico que le había intervenido la zona y le había puesto factor de crecimiento, pero toda la zona de la punta de la nariz se había quedado muy endurecida con muchos capilares abiertos y aspecto amoratado. Le hice reflexoterapia podal principalmente pues cuando en alguna sesión introducíamos drenaje esa semana empeoraba, era como si su cuerpo rechazara que trataran de forzar la salida de ese polímero. Después de varias sesiones hemos conseguido que mejore considerablemente, de hecho me comenta que a veces nota como si algo estuviera drenándose en las aletas de la nariz. Ya no está la punta tan dura aunque todavía se nota algo rígida y el aspecto amoratado y los capilares venosos se han reducido mucho. Ha tomado un aspecto más normal y de momento hemos terminado el tratamiento. El médico decidirá más adelante si vuelva a intervenir. Durante la ponencia haré una demostración práctica de las zonas reflejas que he ido trabajando en todos los casos y como se debe actuar.
Doña Carmen Benito Rico
Licenciada en Biología. Titulada en Técnicas Inmunohematológicas. Diplomada en Quiromasaje, Reflexoterapia Podal, Técnica Metamórfica, Drenaje Linfático, Terapia Craneo-Sacral, Liberación Somatoemocional. Profesora acreditada por el Ministerio de Educación en Reflexoterapia Podal y Técnica Metamórfica. Directora del Centro de Bioestética Carmen Benito.