En este encuentro voy a compartir mi experiencia con la confianza y la fuerza terapéutica que nos proporciona trabajar desde la escucha del comportamiento de los tejidos, que nos ofrecen en todo momento, con su generosidad, el camino a seguir para facilitar su recuperación. Los protocolos no siempre funcionan, porque están diseñados para personas estándar, y no hay dos iguales; los tratamientos entonces deben ser personalizados. Mi propuesta consiste en presentarnos ante el paciente con la sencilla actitud de escuchar lo que nos cuenta su persona, y lo más importante, lo que a continuación nos van a contar sus tejidos. Mediante técnicas de escucha, que se van a exponer durante la ponencia, se sigue el orden de trabajo que el cuerpo nos va a dictar, sin establecer correspondencias ni juicios terapéuticos. El cuerpo no se equivoca, ya que sólo le interesa sentirse mejor en cada momento, y para ello pone en marcha mecanismos relacionados con síntomas y disfunciones, que a menudo se escapan al entendimiento. Es muy importante no juzgar durante el tratamiento, y seguir las directrices del cuerpo sólo nos puede llevar por el camino de la solución. Las infinitas posibilidades de trabajar de este modo nos muestra que no hay límites para resolver cualquier patología; mientras exista aporte vascular y nervioso, todos los tejidos se encuentran en disposición de recuperarse y regenerarse. Se trata básicamente de encontrar la causa de la enfermedad, porque donde está la causa, hallamos la solución. El trabajo se realiza exclusivamente con las manos, para mi gusto, la herramienta de las herramientas. Y como el cuerpo es el que decide el orden, nos podemos ver embarcados en un fascinante viaje hacia el interior del Ser, descubriendo con sorpresa que, para resolver una patología, tengamos que revisar órganos, aparatos y sistemas que aparentemente no están relacionados. Resulta asimismo de vital importancia conocer el funcionamiento de nuestro ordenador y sus fases vegetativas, porque en él se reflejan todos los órganos y tejidos del cuerpo, así como las situaciones de conflicto biológico a las que nos enfrentamos.
Don Michael Laloux Kodaewa
Diplomado en Osteopatía, Naturopatía, Terapia Cráneo-Sacral y terapeuta de La Nueva Medicina, Terapia Hormonal Craneosacral y Terapia Biológica Craneosacral. Director del Centro Terapiasalus en Madrid.